125º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional


125º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional: Conejos Gigantes de Flandes.

En esta edición de Palermo nuestra Cabaña obtuvo el 1º Premio (Campeón) en Conejos Gigantes de Flandes Blancos Hembra, con el lote 208 y, Reservado Campeón (2º Premio) Macho, con el lote 206.

Gracias Sociedad Rural Argentina.

sábado, 4 de agosto de 2012

Aspectos sanitarios en la producción de conejos


En estas notas sobre "aspectos sanitarios de la cunicultura", indico generalidades del conejo y también del subsector cunícola, de posible interés para los veterinarios. Además, examino algunas cuestiones históricas y técnicas, que me parecen claves en las relaciones recíprocas entre la Cunicultura y la Veterinaria.


En estas notas sobre "aspectos sanitarios de la cunicultura", indico generalidades del conejo y también del subsector cunícola, de posible interés para los veterinarios. Además, examino algunas cuestiones históricas y técnicas, que me parecen claves en las relaciones recíprocas entre la Cunicultura y la Veterinaria. Los lectores encontrarán información concerniente a algunas preguntas y variables relevantes, como las siguientes:
  • ¿Los conejos son animales delicados?
  • ¿Qué problemas son más comunes en la cría de conejos?
  • ¿Qué variables influyen en la aparición de enfermedades?
  • ¿Cómo atienden los veterinarios las necesidades de los cunicultores?
  • ¿Cuáles son las prioridades sanitarias de este subsector?
A tal fin me parece adecuado apoyarme en opiniones personales, en algunas fuentes de información documentales y en aspectos de mi trabajo en el ámbito de las granjas intensivas.
Los vínculos de España con los conejos son antiguos. El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) es oriundo de nuestro país; los restos más antiguos de este género (6 millones de años aprox) proceden de Granada.
Cuando los fenicios llegaron a nuestras costas, 1000 años aprox. antes de nuestra era, se sorprendieron de la abundancia de conejos y aplicaron la denominación I-Saphan-Im, "el país de los damanes", pequeños roedores de su país, que confundieron con los conejos (que pertenecen al orden de los Lagomorfos, no a los Roedores). Ese nombre, latinizado, se convirtió en Hispania (MUÑOZ GOYANES, 1960).
A este respecto, se acuñaron un denario del emperador Adriano (ceca de Roma, entre los años 134 y 138 d. de J.C.) (imagen 1), y también la primera peseta (Gobierno Provisional de 1869), donde figura Hispania con un conejo a sus pies; sin embargo, no está en la edición homenaje a la primera peseta, la moneda de 100 Pta. acuñada en la primavera de 2001.
Imagen 1. Denario del emperador Adriano. Hispania tiene un conejo a sus pies.
El hombre ha sabido aprovechar la carne y las pieles de los conejos silvestres y, más recientemente, también del doméstico. Está aceptado que la cunicultura familiar tiene su origen en los monasterios del medievo. En la actualidad, la producción de carne de conejo es la actividad más destacada de este subsector ganadero. Según estimaciones de la FAO, España es el tercer productor mundial (140.000 t sobre el total de 1.000.000 t), después de China e Italia.
Otras actividades cuantitativamente menores incluyen los conejos destinados a la experimentación (p.ej./por ejemplo, en la industria farmacéutica), la producción de pelo (conejos Angora), de pieles (conejos Rex y Orylag), además de los conejos domésticos (razas enanas y animales para concurso morfológico). El conejo silvestre es fundamental en los ecosistemas españoles, notable en el ámbito de la caza y, de forma relativa, en las explotaciones cinegéticas.
Cunicultura y Sanidad

En los modelos de cunicultura actuales predomina la medicina de la producción: su objetivo es mantener el grado de salud compatible con los resultados productivos y económicos. Otras perspectivas elementales (técnicas y biológicas) son el bienestar de los conejos (OMS) o de las personas (que disponen de alimentos) y también el control de enfermedades transmisibles a otras granjas y las zoonosis.
El mantenimiento de la salud de las poblaciones de conejos es un objetivo sobre todo económico; los cuidadores tienen un coste en productos zoosanitarios y servicios veterinarios comprendido entre 7 Pta./kg p.v., en el mejor de los casos, hasta 28 en el de mayor coste, y 17 Pta./kg p.v., para una granja media (en este ejemplo, 1.750 Pta./coneja/año).
El gasto sanitario permite la mejora de rentabilidad para el productor, mayor cantidad de carne para el consumidor y, en definitiva, contribución al PIB. No obstante, en la actualidad el veterinario recomienda tratar cuando no existen inconvenientes para la Salud Pública; por lo tanto, en el siglo XXI la variable económica ha quedado relegada.

En los estabularios de las industrias farmacéuticas se utilizan cantidades considerables de conejos (control de pirógenos, vacunas, entre otros fines); son animales que no se pueden medicar, en términos generales, y por ello es ineludible ejercer también la medicina preventiva en las granjas proveedoras y, por supuesto, mantener la higiene en los estabularios.
En el ámbito del conejo de compañía o de animales de concurso la perspectiva económica cede interés a la clínica; el individuo tiene tanto valor como quiera concederle su propietario.
Los colegas de las facultades o de las clínicas que son expertos en pequeños o en exóticos, atienden cuadros patológicos (p.ej., en medicina interna, oftalmología o traumatología), que en el caso de las granjas necesariamente se desechan; en las explotaciones intensivas la eliminación de enfermos o de improductivos es importante para el éxito.

Características del trabajo en explotaciones intensivas

Mi función en la empresa privada está exclusivamente relacionada con la cunicultura desde hace 17 años, después de 3 años de actividad en el INIA (Madrid). Coordino un equipo de 10 veterinarios expertos, en el ámbito de toda la península Ibérica. Normalmente hago el 55 % de trabajo en gestión y el resto en campo, en general con alguno de mis compañeros.
En la visita a una explotación escucho las necesidades del cuidador y en particular los signos iatrópicos, por los cuales avisa al veterinario. En las granjas hay mucho dinamismo (100 vacas hacen 90 partos al año, pero 100 conejas 700) y, por ello, con situaciones de riesgo frecuentes (p.ej., con ocasión del parto y durante la lactancia).
Por ese motivo, es útil consultar sus resultados de gestión técnica (p.ej., la mortalidad de adultos y de gazapos, número de jóvenes reemplazos disponibles, la tasa de fertilidad o la prolificidad).
El examen de algunas reproductoras y sus respectivas crías en la sección de maternidad, algunos gazapos en el cebadero, además de las necropsias y la eventual toma de muestras, son elementos que forman el protocolo de trabajo, para obtener criterios para el diagnóstico y, finalmente, la propuesta de alternativas de mejora al productor.

Durante los 8 primeros meses de 2001 hice 300 visitas a 121 granjas. El tamaño medio de las explotaciones era 740 conejas en producción, con extremos comprendidos entre las 75 y las 6.000 reproductoras.
En 146 visitas no hubo problemas (48,6 % del total, eran visitas de "revisión"), mientras que en 154 hubo cuadros patológicos graves. Lo más destacable fueron las enfermedades del aparato digestivo: 89 visitas/154 (57,8 %), especialmente por enteropatía mucoide: 61 visitas/89 (68,5 %).
Los demás trastornos fueron los siguientes: enfermedades de la reproducción (6 casos), mixomatosis (3 casos), enfermedad hemorrágica vírica (3 casos), enfermedades del aparato respiratorio (8), dermopatías (tiñas), estafilococias (10) y otros.
En una encuesta más amplia que hice durante los años 1995-1998, de 1.014 visitas por problemas, no de "revisión", el porcentaje de enteropatías encontradas también fue elevado, pero sensiblemente inferior al periodo enero-agosto 2001. Desde 1997 existe una pandemia de enteropatía mucoide (imagen 3), que ha afectado más del 95 % de las granjas europeas. Es un proceso reemergente, descrito de forma inequívoca hace más de 50 años, en lo concerniente a los signos clínicos, lesiones y aspectos epidemiológicos.
Sin embargo, la etiopatogenia es desconocida. En ausencia de medicación, la mortalidad supera el 75 %. Con los antimicrobianos disponibles se puede paliar bien el problema, salvo excepciones, a pesar del incremento de coste y del grado de vigilancia y esfuerzo que exige su control.

Imagen 2. Enteropatía mucoide en un gazapo.
En cunicultura los determinantes de enfermedad incluyen diversos patógenos. Hay que destacar, por orden de interés: Escherichia coli, Pasteurella multocida, Eimeria spp., Clostridium spp., Staphylococcus spp. y Trichophyton mentagrophytes (y en el conejo silvestre: virus de la enfermedad hemorrágica, mixomatosis y Eimeria spp.) Además existen riesgos vinculados a otros factores de producción.
El alojamiento favorece a menudo agresiones, estrés y enfermedades; la situación ideal en las condiciones ambientales (temperatura, humedad y velocidad del aire) no existe durante todo el año.
Otro factor que debe ser homogéneo, además de inocuo y eficaz, es el alimento, incluida el agua. No obstante, en la mayoría de granjas las personas (se estima que la UTH/Unidad de Trabajo Hombre es 400 reproductoras y su cebo) influyen sobre los demás factores; las horas de trabajo, la experiencia y el grado de organización son decisivos en el éxito.

El veterinario afronta notables dificultades para localizar los principales factores de riesgo. Los conejos están predispuestos a padecer enfermedades, sólo porque están sometidos a fuertes presiones productivas; ¿pero los conejos son animales delicados?
Con motivo de la publicación del libro Enfermedades del conejo (editado por Mundi Prensa, Madrid, 2000, en 2 tomos, con 1.200 páginas y 400 fotografías en total, a 61 euros cada volumen), donde coordiné a 55 autores, planteé al profesor LEBAS, del INRA de Toulouse, que indicara su criterio al respecto, en el contexto del capítulo de "Biología", que escribió como introducción (lógica y necesaria) a este libro de patología del conejo.
En su opinión, aunque casi todo sea discutible, los conejos no son más sensibles que otros animales explotados en condiciones intensivas, como el cerdo; ¡sólo es un animal que va deprisa¡ Si el cuidador o el veterinario no son buenos observadores, el conejo pasa rápidamente de la salud a la enfermedad y la muerte.

A partir del análisis detallado de las variables de un problema, en el que a veces deben intervenir otros expertos (p.ej., ingenieros de ambiente), es necesario disponer de perspectiva global, por medio de la síntesis y dar preferencia a uno o dos aspectos que se deben mejorar; no es recomendable indicar al ganadero que cambie diez cosas de su granja, en una semana.
En lo concerniente a la mejora sanitaria, el esquema que se utiliza es común a otras producciones animales (NOORDHUIZEN et al., 1997). Contra un tipo de enfermedades se emplean la reducción y el control; es lo más frecuente, por ejemplo, en el caso de neumopatías (P. multocida) o enteropatías (enterobacterias y anaerobios Gram positivos), que son trastornos endémicos, con prevalencias bajas o moderadas y a menudo con origen multifactorial.
La otra vía es la erradicación y prevención de procesos tan graves, como la salmonelosis, mixomatosis y VHD, que son altamente infecciosos, con mucho peligro para toda la población animal y también eventualmente para el hombre (salmonelosis, afortunadamente con baja incidencia).

En las granjas se utilizan diversos medios para el control de enfermedades: la inmunoprofilaxis contra mixomatosis y enfermedad hemorrágica vírica (VHD o RHD) y de forma ocasional algunas autovacunas (p.ej., contra estafilococias).
La profilaxis higiénica: a través del control de los factores de producción (manejo del alojamiento, del alimento y de los animales), o de la limpieza y la desinfección, entre otros. La profilaxis médica (metafilaxia) es una elección frecuente: en el 54 % de las granjas se utilizan antibióticos por vía parenteral en el posparto (vía SC); en el 81,8 % de los casos son productos con penicilinas.
El uso de aerosoles por vía tópica también es general (prevención del "mal de patas"). Además, los tratamientos médicos son comunes, sobre todo con antibióticos. Lo más frecuente es la vía oral, en pienso y en agua de bebida.
En lo concerniente al tratamiento por vía oral, todas las granjas utilizan piensos medicados. Los alimentos no medicados para conejos contienen diversos aditivos: coccidiostáticos (robenidina, salinomicina) y bio-reguladores (acidificantes, aceites esenciales, oligosacáridos y microorganismos: Bacillus spp. o levaduras), a excepción de los piensos blancos o de retirada, para el acabado antes del sacrificio.
Imagen 3. Seguridad Alimentaria, colaboración de los clínicos en las granjas.
Además hay piensos medicados, que incluyen antibióticos o sulfamidas; las moléculas más frecuentes son las tetraciclinas (CTC, OTC), pleuromutilinas (tiamulina), polipéptidos (colistina o bacitracina de zinc), aminoglucósidos (apramicina o neomicina) o macrólidos (tilosina, espiramicina, tilmicosina). En agua de bebida se emplean todos, a excepción de los tóxicos por esta vía (betalactámicos).
J.M. Rosell
Doctor en Veterinaria

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