La caza de liebres y la exportación de sus carnes a Europa ea una actividad agropecuaria muy tradicional. Pero desde 2005 se desplomó la faena y los embarques se redujeron de 4.500 a 2.000 toneladas anuales.
Nunca mejor dicho aquello de “correr la liebre”. Los que están peleando por su sustento ahora son muchas de las personas que en el medio rural ganaban algo de dinero cazando liebres en invierno. Tradicionalmente esos animalitos eran llevados a los mataderos habilitados y su carne era vendida a Europa. Pero en los últimos añosese negocio se achicó a más de la mitad.
José Larralde anticipó las penurias de los cazadores de liebres en “Ayer bajé al poblao”, una de sus canciones más recordadas. Un informe del Ministerio de Agroindustria, ahora, confirma un brusco achicamiento de esa actividad. No es un problema de oferta, porque muchos campos continúan plagados de liebres. La que cayó mucho es la demanda desde Europa de esta carne alternativa. En 2015 se exportaron 2.068 toneladas por 7,3 millones de dólares. Diez años atrás fueron 4.585 toneladas valuadas en 18,5 millones de toneladas. El desplome llega al 55%.
La caza de liebre se concentra entre mayo y agosto de cada año. Son los gobiernos provinciales, a través de sus departamentos de Fauna, los que regulan las fechas y la modalidad de caza, luego de estudiar la disponibilidad de ejemplares. Los cazadores entregan sus piezas a acopiadores, que luego los venden a unos pocos frigoríficos habilitados. En 2015 trabajaron siete establecimientos, que usualmente combinan la faena de liebres con las de otras especies menores.
El año pasado, según los datos oficiales, 1.168.273 liebres ingresaron a esos mataderos. Se trata de uno de los registros más bajos de una década que se inició en 2005 con la faena de 2.511.715 ejemplares. En la provincia de Buenos Aires se obtuvo el 70% del volumen de carne. Le siguen Santa Fe (16%), Chubut (8%), Córdoba (5%) y La Pampa (1%).
Aquí el consumo de carne de liebre es insignificante. Se trata básicamente de un negocio de exportación. Las 2.000 toneladas exportadas el año pasado no eran todas de carne. Además de 1.612 toneladas de cortes frescos, se vendieron 173 toneladas de cueros y pieles de liebre, otras 250 toneladas de productos incomestibles como los huesos, y hasta 23 toneladas de menudencias y vísceras de liebre. El informe de Agroindustria agrega que la carne con hueso, el cuarto trasero y el lomo fueron los cortes de liebre más demandados.
Por quiénes? El 51% de las exportaciones se dirigió hacia Holanda (aunque desde allí se distribuyen al resto de Europa). Otro 19% ingresó a Alemania y el 17% a Bélgica. También Italia, Francia, Suiza y la República Checa hicieron sus pedidos. Fuera del viejo continente, un magro 4% de los envíos tuvo como destino los Estados Unidos.
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